El Internet tal como lo conocemos actualmente, conformado por redes sociales y páginas web que nos permiten participar y colaborar constantemente, será completamente sustituido en un futuro por la Web 3.0, también llamada Web Semántica. Ésta busca darle un giro a la organización de la World Wide Web y romper los límites que existen entre los ordenadores y los usuarios a través de una evolución de la interacción entre ambos.
La Web 3.0 tiene como base una estructura que permite que la información sea comprendida por los ordenadores, y que gracias a esto, ellos mismos sean capaces de responder inquietudes a los usuarios. Algunos expertos opinan que es la transformación de la red en una base de datos y el empuje de las tecnologías de inteligencia artificial. Como consecuencia de esto, una persona podrá hacerle una pregunta directamente a su máquina y ésta podrá responderle de manera concisa.
Otras características que se le otorgan a esta evolución son la movilidad, la personalización y el realismo. Esto se debe a que se puede acceder a dicha web en el lugar y el momento en el que el usuario lo considere necesario. Además, éste tendrá la posibilidad de configurar aplicaciones según sus necesidades, y al mismo tiempo, presenta la posibilidad de acceder a páginas en tercera dimensión, permitiendo un mayor realismo y dándole paso a otro de sus conceptos: la Web 3D.
Como ejemplo de una red social que forma parte de la Web 3.0 podemos incluir Twine. Éste se basa en un eficaz buscador y gestor de contenidos que integra la tecnología semántica en ellos. Gracias al lenguaje utilizado, RDF, los gestores artificiales son capaces de clasificar y etiquetar automáticamente contenidos que luego pueden ser ubicados de manera sencilla por los usuarios. Los twines constituyen información que se basa en los intereses del usuario, y alrededor de la cual se va incorporando información relacionada.
El propósito final de la Web Semántica es brindar información más concreta y de manera más eficaz a los usuarios. A través de la integración de la tecnología artificial a las redes, se ofrecerá una capacidad de comprensión a las máquinas para que puedan facilitar las tareas de las personas. Mientras que la Web 1.0 se basó en páginas que sólo podían ser editadas por su autor, siendo únicamente de lectura para los otros usuarios, y la Web 2.0 incorporó la participación en el intercambio de información creando comunidades de usuarios, la Web 3.0 además, busca evolucionar no sólo la relación entre usuarios, sino también entre usuario y ordenador.
bibliografia: La Web 3.0 - Tecnología y Sociedad. (s.f.). Recuperado 8 julio, 2019, de https://sites.google.com/site/tecnologiaysociedadunimet/home/pagina-4/subpagina-4-3
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